Tal como se suponía luego de que el viernes fueran retiradas las 150 máquinas tragamonedas, este lunes fue el último día para el casino de Florencio Aldrey Iglesias, en una clara embestida del gobierno de Cambiemos hacia el empresario español.

Esta mañana, los fleteros se llevaron lo último que quedaba en el lugar y muchas de las cosas fueron trasladadas al casino del hotel del sindicalista Luis Barrionuevo (Sasso): tanto las máquinas como parte del personal, mientras que el resto fue reubicado en el Central.

Los informes dan cuenta de "numerosas irregularidades" que Aldrey mantenía, entre ellas, problemas contractuales. La orden llegó directo de la cúpula de Lotería y Casinos de la Provincia de Buenos Aires bajo una directiva de la gobernadora, María Eugenia Vidal y en concordancia con el gobierno local.