A partir del pedido de desarchivar la causa por la muerte de la adolescente Iara Nardelli ( de quién sólo aparecieron algunos restos óseos el 10 de julio del año pasado en un descampado en el barrio Florentino Ameghino), que había sido presentado, el 1 de julio último, por la madre de la menor, Mariela Quintanilla, representada por el abogado Maximiliano Orsini, la Fiscalía General revocó, el lunes pasado, la decisión de la fiscal Romina Díaz de archivar la causa y ordenó que se reanudara la investigación por entender que “existen ciertos puntos que aún no se han evacuado y que podrían arrojar alguna clase de luz a este caso complejo”, considerando procedente “realizar las medidas probatorias que permitan determinar o descartar la existencia o no de un ilícito penal”.

En la presentación realizada oportunamente por la madre de la víctima, su abogado patrocinante objetó que en la resolución de archivo de la fiscal Romina Díaz Díaz no se ponderan las conclusiones del informe pericial sobre las prendas halladas, “del cual se desprende que ´no se constataron rastros o vestigios de ataque de perros u otros animales´, las prendas fueron traccionadas por acción humana para su rotura…”. Con lo cual el letrado patrocinante infiere que Iara “fue víctima de un hecho doloso, deliberadamente no valorada por la representante del Ministerio Publico Fiscal, por ello se solicitó la aplicación del protocolo de femicidio”.

Sin embargo, para la Fiscalía General “ello no nos habilita a determinar que se trate de un hecho doloso cuando de la pericia obrante a fs. 412/419 surge que las prendas de Iara Nardelli presentan desgarros por elemento cortopunzante, sin atribución pericial que diera cuenta que la menor haya sido víctima de un hecho doloso”.

Orsini en comunicación con Cazador de Noticias también cuestionó que no se investigó en profundidad a un joven mayor de edad, “a pesar de estar mencionado en la causa por allegados a Iara incluso con el acompañamiento de capturas de pantallas de esta persona quien había deliberadamente borrado mensajes de dicha capturas”. Ni se valoraron las conclusiones de la perito calígrafa que estableció la inexistencia de elementos objetivos que permitan determinar la intención suicida de la menor.

Sobre el peritaje caligráfico, la Fiscalía General consideró que “las apreciaciones que realiza el letrado en orden a las conclusiones de la perito calígrafa de parte, Licenciada Marcela Panasci, hemos de señalar que el objeto de la pericia era determinar si la letra de las notas halladas en el descampado justo a los restos óseos, pertenecían a la menor Iara Nardelli”.

Orsini remarcó que “si bien está claro que no se ha podido establecer la causal de muerte de la joven I.N., ello de acuerdo a la conclusión fiscal, no resulta concluyente que no haya participado ningún tercero en su muerte a tenor del análisis integral de la prueba colectada hasta el momento en la investigación”.

Además, planteó que “la escena del crimen claramente pareciera ser una escena ´plantada´ con algunos restos óseos de la joven” y los elementos puntualmente hallados en el descampado.

Para la Fiscalía General “en torno de la valoración que realiza el particular damnificado respecto de la escena del crimen que pareciera plantada, en principio se observa que la Señora Fiscal no ha tenido elementos que permitan arribar a semejante conclusión, de la misma forma que tampoco ha sido terminante, en orden la posibilidad de un suicidio. Ello debido al complejo panorama probatorio que exhibe la causa”.

Orsini también objeta que en la instrucción no se halla identificado a la mujer residente frente al predio, cuyos hijos habrían visto salir a la menor de la casa de su amiga en la madrugada del sábado, y que tampoco se haya investigado a una persona que “se domicilia en una vivienda cercana a donde aparecieron los restos de la menor y tendría antecedentes por violación”.

Con relación al hecho de que no se hubiera identificado a la mujer residente frente al predio, la Fiscalía General entiende que “podría llegar a ser útil para el resultado de la diligencia, que la señora Quintanilla y su letrado, acompañen al personal policial al lugar, a los fines de dar con los testigos a los cuales hace referencia en su presentación para que declaren lo que supieran del evento motivo de investigación”.

En cuanto a la línea de investigación que involucraría al sujeto que residen en la zona y posee antecedentes de violación, la Fiscalía General consideró que “sería conveniente que el particular damnificado aporte los elementos que le permiten elucubrar dicha tesis, toda vez que no encuentro, como ya se dijera, elemento probatorio que induzca una relación entre ambas situaciones. No debo dejar de mencionar que la recepción de un testimonio bajo reserva de identidad, permitiría eventualmente alguna clase de avance en tal sentido”.

El abogado patrocinante de la madre de Iara, también, sostuvo “en relación a las diligencias pendientes de producción o diligencias realizadas sin el rigor profesional que demandaba la situación y que debe profundizarse, resulta incomprensible cómo luego de determinarse quien poseía el celular de Iara se lo convocó como testigo a que dé una explicación poco clara de su obtención, cuando debió en todo caso ´allanarse´ su domicilio o imputársele el encubrimiento por la tenencia de un objeto que había desaparecido de una escena de crimen, contrariamente a lo expuesto se citó al tenedor del celular de Iara dándosele tiempo incluso, de armar un relato exculpatorio que lógicamente esta persona dio manifestando que había adquirido el equipo utilizado anteriormente por I. a un joven de quien no conoce datos personales del barrio San Jorge, especificando que pasó por la gomería de su padre, golpeó las manos y ofreció el equipo a la venta, esta línea investigativa nunca se profundizó. Luego dijo que como se le rompió la pantalla, lo vendió para repuesto en la zona de la peatonal y la costa. Finalmente, refirió desconocer a I. N., nunca haber tenido contacto con Aldeas Infantiles y concurrir a la Escuela N° 59. Cabe apuntar que compró y usó el teléfono en cuestión más de un mes después de la desaparición de la joven I”.

Finalmente, Orsini subrayó que se encuentra pendiente de producción el pedido de ofrecimiento de recompensa para la obtención de medidas investigativas.

Por su parte, la Fiscalía General consideró que debiera realizarse un “minucioso análisis” de tres líneas telefónicas en las fechas próximas a la desaparición de Nardelli hasta días posteriores al hallazgo de los restos óseos, y para realizar esa tarea se ofreció la estructura técnica del Cuerpo de Ayuda a la Instrucción, quienes también “podrán ofrecer una mayor explicación con relación a los movimientos en las celdas respectivas”.

Por último, la Fiscalía General de Cámaras, sobre la base de los argumentos vertidos, pidió avanzar en el pedido para el ofrecimiento de recompensa y completar la investigación.