En diálogo con Cazador de Noticias, el dirigente del Partido Socialista Auténtico de Mar del Plata – Batán en Unidad Socialista, Pablo Aceto sostuvo que “los recursos energéticos constituyen la base de todo sistema productivo y de la vida cotidiana para una sociedad moderna y la energía, en definitiva, impone pisos y techos a la capacidad de desarrollo pero, desde los ´90 particularmente, la política energética ha transformado a la Argentina en un gran feria, donde hay distintos puestos, distintos quioscos que usufructúan el capital que nos pertenece a todos”.
Asimismo, recalcó que “muy lejos de generar políticas vinculadas al desarrollo y el bienestar de la población, se han generado políticas de kiosco, de entrega de distintos tramos del sistema de generación, transporte y distribución del recurso energético en beneficio de algunos sectores, sobre todo extranjeros”.
En tal sentido, cuestionó que “la privatización de la energía eléctrica en Argentina, en la época de Duhalde (mediados de los 90), implicó la transferencia de las empresas estatales de generación, transporte y distribución a manos privadas. Este proceso se fundamentó en la idea de que la inversión privada podría modernizar el sector, mejorar la eficiencia y reducir el déficit fiscal, sin embargo, los concesionarios no han hecho ningún aporte en materia de inversión, solamente usufructuaron la infraestructura instalada, todo avance y modernización fue por aportes del Estado Nacional. Entonces, ¿para qué están las empresas privadas?”.
Puntualizó, además, que “hay muchos ejemplos en ese sentido, como el caso del gas. Había una sola empresa que manejaba toda lo que era la explotación del recurso y la distribución, y si era necesaria la importación de gas, pero se dividió en tramos, en distintos kioscos y ninguno construyó un gasoducto, se dedican a recauda y usufructuar, en definitiva, lo que fueron inversiones del Estado”.
Hizo hincapié en que “el Gobierno de Milei avanzará en estos días con la reprivatización de cuatro represas hidroeléctricas clave: Piedra del Águila, Alicurá, Chocón-Arroyito y Planicia Banderita, que representan el 10% de la electricidad que se produce en el país. Las concesiones por 30 años vencieron en agosto de 2023 y fueron prorrogadas en varias oportunidades hasta que finalice el proceso reprivatizador definido por el actual gobierno. Se trata de la continuidad de la política energética de armar kioscos de quienes que vienen a plantear cosas nuevas, pero la verdad es que de nuevo no tienen nada, se ha destruido la Argentina en el sentido de fraccionar generando kioscos, cada kiosco necesita rentabilidad y todo eso lo cargan sobre las espaldas del usuario, de la industria, de la producción para beneficiar a sectores privados que vienen a sacar tajadas del patrimonio nacional, sin invertir un dólar en su construcción”.
“Estamos ante una nueva etapa de reprivatización - prosiguió - cuando el resultado de las privatizaciones anteriores arroja el saldo de que, por ejemplo, la Argentina no tiene gas para distribuir, a pesar de tener múltiples empresas distribuidoras de gas. Además, el país tiene que importar energía, a pesar de que se entregaron en concesión Cerro Dragón, Vaca Muerta y plataformas marinas”.
“Es claro que el modelo privatizador dividido en kioscos fracasó porque no es que venimos de un modelo estatista, sino que estamos hablando de reprivatizaciones y, sin embargo, la Argentina está cada vez peor. Es momento de que la política discuta estas cosas y que la ciudadanía a la hora de votar le pregunte a los candidatos qué van a hacer con el tema de los recursos energéticos y si se van a seguir haciendo quioscos de cada segmento en que dividieron el esfuerzo de generaciones de argentinos”, concluyó.
