La conocida empresa productora de termos Lumilagro anunció una fuerte reestructuración que implica el despido de parte de su personal y la importación de productos desde China. La medida tiene como fundamento tres motivos centrales.
En primer lugar, el gerente comercial de la empresa, Carlos Bender, señala a la competencia desleal de productos de contrabando. En una entrevista realizada por Infobae, remarcó que en los últimos años se verificó en el mercado una verdadera invasión de termos de acero de mala calidad y bajo precio que llegan al país por vías ilegales.
En segundo lugar, remarca la apertura de importaciones permite la llegada de productos de todo el mundo a muy bajo precio. Con el agravante -señala- de que ahora tampoco es posible determinar qué empresa lo importó porque el Gobierno eliminó la etiqueta obligatoria de producto importado y no se puede saber quién es responsable si un termo es de mala calidad o produce algún daño a la salud.
Finalmente, la caída de ventas producto de la crisis económica fue el detonante para que la empresa tomara la determinación de complementar su oferta local con productos importados.
Desde este mes, cerca del 60% de los termos que ofrecerán tendrán origen chino, aunque completamente realizados con diseño y control por la propia marca. El restante 40% continuará fabricándose en el país, con foco en los modelos tradicionales.
"Esto es readaptarse o morir”, explicó Bender. La reconversión implica una reducción de personal de alrededor de 130 personas, con lo que pasarán de 200 trabajadores a 70.”Fue la realidad lo que nos fue llevando a tomar esa decisión, no fue algo que la empresa tenía pensado hace 4 o 5 años. Teníamos la idea de seguir ampliando la fabricación en Argentina. Tuvimos un escollo muy importante: el contrabando de termos. Contrabando siempre hubo, pero había contrabando medido. ¿Quién nos protege? Nadie”, afirmó Bender.
El anuncio se produce horas después de que el Gobierno decretara el fin de los aranceles antidumping a la importación de termos y recipientes isotérmicos provenientes de China, medida que estaba vigente desde 2001.
La Comisión Nacional de Comercio Exterior (CNCE) argumentó que el sector, después de más de 20 años de protección, tuvo una producción en baja por un 26,5%, una reducción de ventas internas por 32%, una caída del empleo del 31% y una baja de la capacidad instalada de 21%.
