El presidente Javier Milei tiene en la mesa los vetos al aumento del 7,2 % en las jubilaciones y al incremento del bono, que pasaría de 70 mil a 110 mil pesos. El argumento para la antipática medida del Ejecutivo será la defensa irrestricta del “superávit fiscal” del que se jacta el ministro de Economía, Luis Caputo.
El sábado, sin embargo, el fiscalismo a ultranza sufrió una derrota, cuando el propio titular de la Casa Rosada anunció una rebaja de unos pocos puntos en las retenciones a los productos que el campo exporta. Distintos analistas de la economía, relevados por el diario Perfil, coinciden en que el impacto en la recaudación irá desde el 0,1 al 0,3 % del PBI anualizado.
El aumento de los jubilados que definió el Congreso se calcula en el 0,4 % anualizado, de acuerdo a una proyección realizada por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), mismo organismo que estimó en 0,38% del PBI anualizado el impacto de la suba del bono.
“Para el director del CEPA, Hernán Letcher, el costo de las medidas estaría cerca del 0,2% del PBI. Coincide con este análisis el economista jefe de Invecq, Matías Surt, quien en Twitter (“X”) planteó que se ubicaría entre el 0,2% y 0,3% del producto, mientras que para Fernando Marull, el guarismo sería del 0,1%”, sostiene el artículo.
“Un informe de Invecq del mes pasado estimaba la reinstauración de la moratoria previsional en un esfuerzo del 0,2% del PBI y las iniciativas vinculadas a discapacidad implicarían un gasto de 0,3% del PBI. La OPC había proyectado las nuevas altas por la emergencia nacional en discapacidad entre el 0,22% y 0,42% del producto”, añade.
