Los resultados del relevamiento anual sobre la “Percepción de la situación económica de los ciudadanos marplatenses”, realizado por el Observatorio Universitario de la Universidad Fasta, revelan que solo el 31% de los encuestados logró ahorrar en el último año, lo que representa un 6% menos que en 2024. En tanto, el 56% no pudo guardar nada y el 13% tuvo que endeudarse. Asimismo, el 29,6% admite que no llega a fin de mes y el 40,5% lo consigue únicamente recortando gastos o privándose de actividades y servicios.
El relevamiento también indagó en las estrategias que los encuestados utilizan para enfrentar la situación económica. La mayoría recurre a reducir el consumo (61%) y a buscar precios más bajos (59%) para sostener la economía del hogar. El pago en efectivo con descuento también creció (49%). Por otro lado, disminuye notablemente el uso de cupones o promociones (33%), posiblemente debido a una menor disponibilidad de ofertas o a la percepción de que ya no representan un ahorro significativo. En comparación con el año pasado, el recurso de tomar préstamos aumentó del 7% al 12%.
Por otra parte, el 46% de los encuestados indicó que pide dinero a familiares o amigos y el 34% realiza trabajos extra para cubrir gastos. En cuanto a las estrategias de financiamiento, el uso de ahorros cayó del 41% en 2024 al 26% en 2025. Mientras tanto, creció el empeño o venta de bienes (22%) y los créditos formales (23%).
Al preguntar a los encuestados sobre los consumos que debieron dejar de hacer por motivos económicos, las respuestas más frecuentes aluden a recortes en el consumo de productos básicos (18%), salidas sociales (16%), gastronomía (11%) y viajes e indumentaria (9%).
Más de 8 de cada 10 marplatenses admitieron que no esperan mejoras en los próximos meses. El 40% cree que su situación seguirá igual y el 29% anticipa un empeoramiento.
El 47% de los encuestados que están ocupados considera “poco probable” perder su empleo y sólo un 28% se siente totalmente seguro de que no lo perderá. Mientras que el 9% cree que es muy probable quedarse sin trabajo, siendo el nivel más alto desde 2020. Esto refleja que la inquietud a una pérdida real de empleo reaparece en una parte de los trabajadores.
Por otra parte, entre los encuestados que están desocupados, más de la mitad (51,6%) no visualiza posibilidades concretas de inserción laboral a corto plazo. Además un 32,3% de desocupados respondió que “no sabe/no contesta”, sobre si cree probable encontrar un empleo en los próximos seis meses, lo que sugiere incertidumbre o falta de expectativas claras.
